¡FELICES 21!
Una vez más aquí estoy escribiendo, esta semana he decidido centrar mi entrada en una de las personas más importantes para mi, haciendo una mención especial a mi amigo Gonzalo.
Empezaré desde el principio e intentaré describir nuestra amistad lo mejor posible aunque no creo que sea suficiente solo con palabras.
Una amistad que empezó desde bien pequeñitos, pero aquí que importan los años si lo que de verdad importa son lo hechos, y entre nosotros no hay formas de contarlos, de contar las veces que has estado ahí, tú por mi y yo por ti, dándolo todo, a pesar de las circunstancias, sin tener en cuenta todas nuestras diferencias.
Sin darnos cuenta muchas veces somos más suertudos de lo que podemos llegar a creer, y es que con el paso del tiempo siempre queda menos personas, tú sigues conmigo, estemos donde estemos y estemos como estemos.
Y es que de verdad con cuantas personas estamos siempre y tenemos alrededor y con que pocas personas somos de verdad, contigo una de ellas.
No tengo años en la vida para agradecerte todo, estaré agradecida eternamente.
Quizás leyendo esto pueda hacerte sonreír intentando recordarte algunos de los momentos, desde que nos íbamos juntos al colegio, pasando por las tardes yendo a tu casa a quitarte comida, y hasta día de hoy yéndonos de fiesta y que te tengan que echar de una discoteca por bailar mal, tú siempre tentando a la suerte.
Y ahora esto... de repente viene la guerra y tú te comportas como el mayor guerrero del bando, y luchas, luchas hasta que no se pueda más. Esto es pan comido.
Ojalá y sigas llenando de vida las nuestras, sigas haciéndonos reír hasta que nos duela la barriga, eso sí ojalá y no me sigas echando de tu casa por hacerte de rabiar cabezón.
Tu cumpleaños a lo mejor es una excusa pero te aseguro que sin ningún pretexto.
Me vales tanto el esfuerzo como el descanso, tanto las alegrías como las penas, mis éxitos los tuyos y hasta los fracasos.
Eres ese núcleo que siempre esta ahí, el núcleo de todos lo terremotos de mi vida, y tu estás ahí para chocar con ellos, incluso moverlos pero nunca los rompes.
Ojalá y sean mil años más a tu lado. Te quiero muchísimo.
Empezaré desde el principio e intentaré describir nuestra amistad lo mejor posible aunque no creo que sea suficiente solo con palabras.
Una amistad que empezó desde bien pequeñitos, pero aquí que importan los años si lo que de verdad importa son lo hechos, y entre nosotros no hay formas de contarlos, de contar las veces que has estado ahí, tú por mi y yo por ti, dándolo todo, a pesar de las circunstancias, sin tener en cuenta todas nuestras diferencias.
Sin darnos cuenta muchas veces somos más suertudos de lo que podemos llegar a creer, y es que con el paso del tiempo siempre queda menos personas, tú sigues conmigo, estemos donde estemos y estemos como estemos.
Y es que de verdad con cuantas personas estamos siempre y tenemos alrededor y con que pocas personas somos de verdad, contigo una de ellas.
No tengo años en la vida para agradecerte todo, estaré agradecida eternamente.
Quizás leyendo esto pueda hacerte sonreír intentando recordarte algunos de los momentos, desde que nos íbamos juntos al colegio, pasando por las tardes yendo a tu casa a quitarte comida, y hasta día de hoy yéndonos de fiesta y que te tengan que echar de una discoteca por bailar mal, tú siempre tentando a la suerte.
Y ahora esto... de repente viene la guerra y tú te comportas como el mayor guerrero del bando, y luchas, luchas hasta que no se pueda más. Esto es pan comido.
Ojalá y sigas llenando de vida las nuestras, sigas haciéndonos reír hasta que nos duela la barriga, eso sí ojalá y no me sigas echando de tu casa por hacerte de rabiar cabezón.
Tu cumpleaños a lo mejor es una excusa pero te aseguro que sin ningún pretexto.
Me vales tanto el esfuerzo como el descanso, tanto las alegrías como las penas, mis éxitos los tuyos y hasta los fracasos.
Eres ese núcleo que siempre esta ahí, el núcleo de todos lo terremotos de mi vida, y tu estás ahí para chocar con ellos, incluso moverlos pero nunca los rompes.
Ojalá y sean mil años más a tu lado. Te quiero muchísimo.
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